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Por Salvatore Bellemo , 27 de diciembre de 2020Liceos “de Excelencia” llegarán a 18 el próximo año en la región
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Secretario regional ministerial de Educación Tomás Mandiola: “El compromiso es fundamental para el éxito del proyecto”.
El pasado 14 de diciembre fue un buen día para la educación en los Ríos. Desde Santiago, el subsecretario del ramo, León Paul castro, confirmaba mediante una resolución exenta, que ocho establecimientos de la región pasaban a ser Liceos Bicentenario de Excelencia a contar de marzo de 2021.
De esa forma, el número total de esta modalidad de enseñanza aprendizaje ascenderá a 18 en la región, formando parte de los 320 que existen actualmente en el país.
Los Liceos Bicentenario o “de excelencia” fue una de las iniciativas más destacadas del primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Entre 2010 y 2014 se crearon los 60 primeros a lo largo del país –Valdivia tuvo el primero de la región, actualmente ubicado en av. Pedro Montt con Muñoz Hermosilla-. La meta del Ejecutivo era ampliarlos a 300 en el actual periodo, con énfasis en la educación técnico-profesional.
Este modelo se caracteriza por compartir tres principios para entregar una educación de calidad: altas expectativas, foco en los aprendizajes y en la sala de clases.
Los establecimientos de los Ríos que se incorporan a la red de liceos bicentenarios, bajo la Modalidad Técnico – Profesional, son el Liceo Agrícola y Tecnológico Werner Grob, de La Unión; el Técnico Profesional People Help People, de Panguipulli; el Liceo Gabriela Mistral, de Máfil; el Complejo Educacional Ignao, de Lago Ranco; y el Liceo Carlos Haverbeck, de Corral;
En la modalidad Científico-Humanista, fue seleccionada la Escuela Particular Santa Cruz, de Mariquina; el Colegio Rural Crucero, de Río Bueno; y la Escuela Particular Helvecia, de Valdivia.
Impacto regional
Para el seremi de Educación Tomás Mandiola, tener más liceos bicentenarios permite ampliar “con mayor fuerza la red en la región, llegar a muchas más familias, a muchos más docentes y estudiantes, incluidos otros liceos que no necesariamente son bicentenarios, pero que quieren ver, compartir y saber cuáles son las experiencias y buenas prácticas de estos establecimientos”
“Esto permite, en definitiva, empujar con mayor fuerza la calidad de la educación y la mejora de los aprendizajes en nuestra región”, puntualizó.
A juicio del titular de Educación, las diferencias entre un liceo tradicional y uno Bicentenario están en que estos últimos tienen un foco “muy fuerte y prioritario en la sala de clases, en hacer diagnósticos rigurosos, saber en qué nivel está cada uno de nuestros estudiantes. Esto ayuda a trabajar con altas expectativas respecto a cada uno de ellos y tener planes de nivelación rigurosos que sean realmente exitosos”.
Agregó, a modo de ejemplo, que en los liceos de excelencia se buscan niveles de aprendizaje en cada asignatura de al menos el 80%; “es decir, no podemos avanzar a otra asignatura si al menos un 80% de nuestros estudiantes no ha alcanzado un nivel adecuado, de manera de no generar brechas. Esto no es fácil en un comienzo porque las metas son exigentes, hay un foco muy fuerte del trabajo en evidencia, con datos, con resultados, pero que al final del día, después de un año, va mostrando resultados”.
“Es gratificante cuando la gran mayoría de nuestros liceos empiezan a mostrar muy buenos resultados y eso demuestra que, con los mismos docentes, con el mismo equipo directivo, se pueden lograr mejores resultados si se cambia el foco del aula”, precisó.
El seremi de Educación indicó que el compromiso de las comunidades educativas es fundamental para el éxito del proyecto.
“A principio de cada año, y lo haremos el próximo también, se firma el compromiso Bicentenario, en el que participan los representantes de todos los estamentos, porque para que esta modalidad dé resultado y sea un exitosa se necesita sí o sí del compromiso de todos, especialmente que los estudiantes y apoderados estén motivados y crean en esta política educativa. El compromiso es fundamental para el éxito del proyecto”, concluyó.
